LA RONDA
DE LAS MANZANILLAS (1)
La ronda que más nos gusta
es la de las manzanillas:
desde todo tiempo gira
blanquiverde por las villas.
Juega desde
todo tiempo
y llamando a las chiquillas,
a más que baila más crece
de loca y ambiciosilla
y la bailan con nosotros
pájaros y bestecillas.
En alguna
parte empieza
pequeña como chiquilla
y cuando sube su canto
ya se vuelve maravilla.
Tiene miedo
en el comienzo
apenas se oye y se mira
y a cada vuelta se agranda
lo mismo que cosa viva.
Y las que
hacían la siesta
se despiertan sorprendidas
hasta que el campo resuena
como si fuese la trilla.
Esto pasa
cuando ya
la Primavera es venida
y danzan sobre la tierra
ancianos, mozos y niños.
Aunque les
digan que muero
me verán como en neblina
danzando en mi Montegrande
como una loca perdida
con la vicuña y la alpaca,
con el huemul y la ardilla.
No digan
que yo no canto
ni por campos ni por villas.
Es que, de loca la ronda
no me siente ni me mira.
La ronda
que más nos gusta
es la de madres chinchillas
pequeñitas y calladas
y viviendo entredormidas.
De no ser
vistas se cansan
y pasa que cualquier día
al cielo suben a dar
ronda a la Virgen María.
Lo verde
se muda en blanco
y de blanco en cosa viva
y toda la Tierra canta
voceando lo sucedido.
Que el invierno
ya está lejos
y el Cristo es recién nacido,
y que la Virgen María
con el mundo canta su himno.
No quedar
puertas adentro
con lo viejo y aprendido
sin saber que está en la puerta
la Virgen trayendo al Reciennacido.
Notas
(1) Gabriela Mistral dio su aprobación
al texto.
|